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miércoles, 19 de noviembre de 2014

EXCELENCIA

Somos lo que hacemos repetidamente, por tanto la excelencia no es un acto, es un hábito. Si lo dijo Aristóteles hace 2.500 años y nadie le ha contradicho algo de razón tendrá.Preparase un maratón es un hábito, que requiere decenas de repeticiones en forma de cuestas, series, fartleks, tiradas de 25 Km... es decir uno no sale un día y dice, voy a correr un maratón. Salir a correr un día está bien, pero si no se repite es un acto.Si te habitúas a salir con frecuencia llegará el domingo y si te habías propuesto salir 2 ó 3 veces y lo has cumplido, has llegado a la excelencia y te hará sentir francamente bien. No magnifiquemos la excelencia, pues esta se encuentra en todas las cotidianidades; mi madre cuando hace las trufas de chocolate, el panadero con la baguette siempre recien hecha para ti, ese polvo de anoche,...Creeme, corre rápido a ninguna parte, para experimentar el dolor del sudor en tu frente en forma de un destino al que nunca has querido llegar. Es sencillo, si no me crees, date una semana corriendo y si no lo has experimentado, te devolvemos el dinero.Quizás nadie nos entienda, pero en el fondo seguro que nos comprenden.
Continuando con mi narración de la preparación del maratón de Costa Rica, el cual está a 17 días, en las últimas dos semanas he hecho por razones que se escapan al guión, más calidad que cantidad de kilómetros.

En la semana del 3 al 9:
- Martes, 5 Km a ritmo cochinero recuperadores de la tirada de 20km del dia anterior.
- Miércoles,  7 km también a ritmo muy lento, ya que el lunes fue francamente exigente.
- Jueves, 14 Km en 1h 05´, a 4´40´´ el Kilómetro
- Viernes, 13 Km en 1h 05´ a 4´50´ el Kilómetro.

Al encontrarme en un enclave rodeado de montañas y volcanes es inevitable acudir al monte a hacer rutas y aunque no son lo más adecuado para la preparación del maratón, me vienen bien para respirar oxígeno a mayor altitud si cabe y hacer fuerza en las piernas por las empinadas cuestas. Dicho esto, el sábado acudí al monte, concretamente al “cerro del cucurucho”, si tiene guasa el nombre, a hacer una rutilla de 8km y elevarme a los 2500 metros.

El domingo subí mi primer volcán, el de Pacaya, que son otros 2.500 metros. Un entorno extraño, mezcla de vegetación y piedra volcánica. Muy bonito pero una dureza muy relativa que hace que se suba fácil. Vimos los resquicios de la última erupción del 2010 y el cráter que se creó. Este es el enlace de mi corriendo por allí:
https://www.youtube.com/watch?v=n00g7DnXvVo
Acabé la semana con 59Km de correr y otros 16 de senderismo.

En la semana del 10 al 17
- Lunes, tocó tirada larga, que en este caso fueron 22 kilómetros. Descubrí una ruta alternativa muy diferente que me llevó hasta Ciudad Vieja, por un terreno arcilloso que me facilitó sumamente el trote. Las sensaciones fueron bastante negativas y me fui hasta las 2 horas. Me dio el flato y no recuerdo haber hecho un tiempo peor en meses. Pero lo importante era la distancia y acabarla, el reloj es secundario.
- Martes 6 kilómetros a ritmo cochinero recuperador. Además engañé a algunos de Los Patojos ;)
- Miércoles 4km trote. Luego 3 x 3 x 300m empezando en 1´ y acabando en 49´´. Otros 4 km de trote. Total 11km.
Este día fue una locura, porque a la noche ascendí el Acotenango, la tercera montaña, más alta de Guatemala que nos llevó hasta los 4.000 m de altura. Empezamos la ascensión a las 23:45h. Una mezcla de incertidumbre e inquietud con lo que uno se iba a encontrar era la sensación que reinaba en mi. Tras 4 horas y media de ascensión al Acatenango, que en realidad es un volcán, hicimos cumbre en un momento en el que la temperatura estaba por debajo de los 0 grados. El guía hizo una hoguera que fue muy oportuna para afrontar el frío. Allí esperé a presenciar el amanecer más alucinante que haya visto en mi vida. El momento álgido se dio cuando el volcán de fuego, colindante con el Acatenango, entró en erupción y me regaló una instantánea del sol saliendo de fondo y el volcán escupiendo lava.
                                            
Más tarde iniciamos el descenso, con el cual disfruté muchísimo y llegamos abajo a las 09:30 aprox. Una experiencia única la vivida ahí arriba.
- Viernes, hice 50´ a 5´min/km por Semuc Champey, en un entorno  que era como un tobogán con muchas pendientes. Otros 10 km para la cuenta.

Acabé la semana con 49km de correr y otros 13 de senderismo.

Esta semana, ya llevo 40 km en 3 días, ya os la contaré en el próximo post ;).

Seguimos luchando por “Los Patojos”, organización en la que dan servicio de alimentación, sanidad, educación y fundamentos cívicos a niños que viven en situaciones complicadas con riesgo de exclusión social. Tengo el gran privilegio de estar aportando mi granito de arena a este grupo. Ya expliqué en el anterior post la iniciativa que estamos moviendo para financiar la alimentación básica de 150 niños. En poco más de dos semanas, hemos reunido más de 450 € que se han traducido en arroz, azúcar, leche y harina.
El índice de lo que cuestan las cosas que nos han preparado los de cocina en base al sitio en el que efectúan las compras, es 25 libras que se corresponde a una semana, 50 libras a 15 días y 100 libras a un mes. 


La gente que haga donaciones a través de Pay Pal o transferencia bancaria, cuyos enlaces aparecen a la derecha,  que ponga en el asunto el nombre y apellidos y  luego me mande un mail a ayudemosalospatojos@gmail.com con el destino al que quiere dar su dinero( arroz, azúcar,..). Esta semana el cambio estaba a 9,40 Quetzales por cada Euro. Yo personalmente iré con la cocinera al mercado, se hará una factura con el nombre de la persona que ha hecho la donación y se enviará por correo electrónico, así como video grabado de los niños dando las gracias a la persona. Si la donación es superior a 50 euros, se enviará una foto de los niños firmada por ellos.

 Ya que empezaba el post con Aristóteles y el tema del hábito, me despido Silvio Rodríguez, que en su canción "Serpientes en el mar" dice:  
Hay quienes luchan un día y son buenos,
Otros que luchan un año y son mejores,
Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos,
Los hay que luchan toda la vida; esos son los imprescindibles.

Los Patojos son la excelencia; son imprescindibles.













martes, 4 de noviembre de 2014

INALTERABLE LEALTAD DEL CORRER

Tu vida, mi vida, con sus intereses y emociones innatos varía incesantemente. Hoy estás aqui y mañana en Guatemala, ayer eras un futbolero de manual y hoy sabes muy por encima como va la liga. Te gustaba tu trabajo sin dudas, hoy ahorrate la pregunta. Al margen de las realidades absolutas que son los amigos y familia, a día de hoy hay pocas cosas que han respetado mi estabilidad y una de ella ha sido mis ganas de correr.
El atletismo me dibuja un bosque y me hace recorrerlo con mis zapatillas, me provoca el flato que es como un cilicio en tu vientre, pero en este caso hecho de seda; Un dolor gratificante, sensación contrastada.
Pasan las horas y esperas que todo cobre sentido. La lluvia de otoño este año llega tarde, el sol del verano esperemos que no. Mientras tanto te adaptas a lo que venga, con cortavientos, camiseta térmica o sin nada,  pero no dejas de correr.
Amo tanto el correr que cuando viajo guardo antes las zapatillas de correr que el cargador del móvil. Es una ventana cerrada que deja correr el aire, ese libro de las tardes lluviosas que te aleja del tedio.
No hay mejor plan que salir a correr recién amanecido el día y es lo que estoy haciendo en Guatemala. Soy un español preparando el maratón de Costa Rica en Guatemala. Resulta gracioso.

El martes salí a las 06:00am e hice 12 Km a ritmo 5min/km. Al empedrado del suelo poco a poco me voy haciendo así como a la altura. Antes salía a correr ya cansado; ahora vamos mitigando esa sensación. Tengo ganas de ver como estará el nivel de oxígeno de mis pulmones cuando vuelva a España.

El jueves hice prácticamente lo mismo, pero a un ritmo 5 segundos más lento. Me encanta perderme por las calles de Antigua. Salgo de Jocotenango y madrugo muchísimo,  para coincidir con más gente, por temas de seguridad ya que me dejé caer por el barrio de Santa Ana, cuya seguridad es relativa.

El viernes salí un poco más tarde. Me levanté con la firme intención de hacer 3 series de 3 repeticiones de 1´+1´+2. Si en tu rutina runner no introduces series, nunca serás más rápido. Busqué una zona con el mejor firme posible, pero me resultó imposible poder hacer las series porque la pendiente era del 10%. Así que no me quedó más remedio que hacer un fartlek, que me vino francamente bien. Como las series van a resultar imposibles haremos fartleks. Parece que el método DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades)  que tantos quebraderos de cabeza me dio en la carrera y luego en el trabajo, va resultar útil ;). Al final fueron otros 12 Km.

Me apunté a un trail de montaña de 18 Km para el domingo. Mi buena socia Anna se pegó el madrugón conmigo y a las 6 am estábamos montados en un bus dirección Chimaltenango, para luego ir al Tejar en otro bus parrillero. Una vez allí había que coger un taxi para Xujuyo por temas de seguridad. Odisea del copón. ¿Al final? La carrera suspendida por las lluvias del día anterior y no nos habían avisado. Cosas que pasan. Pero 0 enfado. Esto es Guatemala, situaciones chapinas que llaman.

Para compensar la falta del trail, el lunes, he hecho 20 Km un poco más lento que ritmo maratón, 5min15seg. Durísimos porque he ascendido hasta los 2000 metros de altura y el cilicio que es el flato del que antes hablaba, no era de seda esta vez y lo he pasado un poco mal. Contradigo al gran Andrés Calamaro que dice “Para escribir hace falta sufrir, no puedo darle la razón a tantos poetas.” Yo digo: “Para correr un maratón hace falta sufrir, yo puedo darle la razón a tantos maratonianos”


Como sabéis estoy haciendo un voluntariado en Jocotenango, del distrito Sacatepequez, Guatemala. La organización se llama “Los Patojos” y dan servicio de alimentación, sanidad, educación y fundamentos cívicos a niños que viven en situaciones complicadas con riesgo de exclusión social. Estos niños viven en entornos nada propicios para labrarse un futuro y convertirse en los líderes del mañana. Tienen déficit alimentario, de salud y educación y a través de “Los Patojos” se intenta paliar de alguna manera esa escasez. En sanidad y educación van subsistiendo a través de donaciones de otras organizaciones pero en alimentación van francamente apurados y el IMC de muchos niños resulta preocupante. Es por eso que hemos pedido un listado de lo que cuestan las cosas. La base de alimentación es a base de azúcar, arroz, maseca (es la harina de maiz) y leche smilk (leche en polvo). Supone muchísimo coste dar de comer a más de 150 niños. 
Os presento un índice de lo que cuestan las cosas que nos han preparado los de cocina en base al sitio en el que efectúan las compras. 25 libras se corresponde a una semana, 50 libras a 15 días y 100 libras a un mes. 



Con eso garantizamos la comida y la merienda de más de 150 niños. 
Ahora es cuando entráis vosotros y la generosidad a la que pueda llegar casa uno. Cada uno decide la cuantía que decide donar. Los precios aparecen en quetzales. El cambio está a aproximadamente 10Q por €, es decir le quitáis un 0 a cada precio y es lo que cuesta en euros. Por ejemplo con 9,40 € aseguramos las necesidades de harina de maiz a 150 niños durante una semana o con 200 € la de leche durante un mes. La gente que haga donaciones a través de Pay Pal o transferencia bancaria que ponga en el asunto el nombre y apellidos y  luego me mande un mail a ayudemosalospatojos@gmail.com con el destino al que quiere dar su dinero. Yo personalmente iré con la cocinera al mercado, se hará una factura con el nombre de la persona que ha hecho la donación y se enviará por correo electrónico, así como video grabado de los niños dando las gracias a la persona. Si la donación es superior a 50 euros, se enviará una foto de los niños firmada por ellos.





Poco más que deciros. Estamos a 34 días del maratón, esta semana hemos hecho 56 km y la que viene debería llegar a los 65. 
Seguiremos luchando por los patojos. ¿Me ayudáis?